Reflexiones sobre arquitectura y salud

Cuando se trata de arquitectura, el primer aspecto que se viene a la cabeza es su valoración estética. Sin embargo, siendo los edificios los contenedores del transcurrir de la vida, otros elementos entran en juego al momento de diseñar y construir una edificación que propendan por el bienestar y la salud de sus usuarios. Ya desde el Siglo I a.c, Marco Vitruvio Polión, en su tratado de arquitectura, nos dice que entre los diversos conocimientos de un arquitecto (matemáticas, historia, filosofía, leyes, música), éste debe saber de medicina para poder asegurar la salubridad de las viviendas y las ciudades.1

“Es preciso también que tenga conocimientos de la medicina, debido a los diversos climas -en griego climata– tanto de la atmósfera como de las localidades o zonas concretas, ya que pueden ser saludables o nocivas precisamente por la calidad de sus aguas. Sin tener en cuenta estos aspectos, no es posible construir una vivienda saludable.”

Marco Vitruvio Polión

Arquitectura, higiene y salud 

Sin embargo, fue después de la revolución industrial de 1760, que el tema de la higiene y la salud se convirtió en un asunto de suma importancia en la arquitectura y el urbanismo. Si bien la revolución industrial trajo beneficios, a su vez, también desató problemas como la migración en masa de la población rural hacia las ciudades en busca de un mejor futuro. Los centros de Londres y París comenzaron a crecer desmedidamente, sin ningún control o provisión. Por esto, a pesar de los adelantos tecnológicos y científicos, los problemas de salud se agudizaron debido a la polución, el hacinamiento y las epidemias.

Esto desembocó en el ‘Sanitary Movement’ britanico cuyo activismo triunfó cuando se promulgó la ley de salud pública en 1848 y en Francia con la reforma urbana de París realizada por el Barón Haussmann (1853 y 1870), que cambió el trazado y la apariencia medieval de la ciudad y la convirtió en la París que hoy conocemos con grandes bulevares, parques, monumentos y edificios elegantes con fachadas de piedra, balcones y barandas de hierro forjado.2

Si bien, los movimientos higienistas y progresistas trajeron la mejora en las redes de infraestructura de saneamiento, el desarrollo de acueductos, espacios públicos y diseño de viviendas con mejor ventilación, iluminación y cuartos de baño, estos cambios sólo se dieron en las áreas y en las viviendas de la burguesía. La mayoría de la población carecía de los servicios más básicos de infraestructura para la higiene y la salud. Esta situación solo vino a cambiar al final de la Primera Guerra Mundial, cuando se desató la pandemia de la ‘gripe española’.3

“El proyecto higienista de la modernidad, originado en el siglo XVIII, reformó la arquitectura de los hospitales y el espacio urbano, basándose en los conceptos de eficiencia, iluminación, ventilación, y sobre todo, asepsia.”

Concepcion sanitaria de la arquitectura: la salubridad que marcó el espacio moderno. 4

La devastación producida tanto por la guerra como por la pandemia, trajo la depresión económica sin precedentes. Los países quedaron endeudados, muchas ciudades e infraestructuras destruidas, y aunque la reconstrucción inmediata era necesaria, la pandemia vino a agudizar la precaria situación, ya que la mano de obra escaseaba. Viendo que la salud era un determinante en la prosperidad de los países, los gobiernos empezaron a tomar mucho más en serio en sus políticas el tema de la salud pública.

No es coincidencia que en el periodo de entreguerras haya florecido en Europa la arquitectura del movimiento moderno y escuelas de diseño como la Bauhaus, en respuesta a la crisis social, política y económica del continente. Para muchos arquitectos y diseñadores el proyecto de reconstrucción se vislumbraba como una oportunidad de renacer de la mano de nuevos ideales más en línea con los adelantos científicos, tecnológicos y las ideas socialistas de la época, en rechazo a las viejas formas políticas, sociales, artísticas y culturales. La idea de “limpieza” fue más allá de buscar la simplicidad de las formas y del estilo, sino en la abolición de la decoración innecesaria que se convirtiera en lugares en donde pudieran crecer microorganismos.5

“El desarrollo de la arquitectura moderna revolucionó nuestras ciudades y lugares de trabajo, y sus principios de diseño no sólo reflejan el progreso en la ciencia, la salud y la igualdad social, sino que también tenían la intención de ayudar a estos ideales a prosperar.”

Erin Migdol – What is modern architecture anyway.6

Si bien la arquitectura del movimiento moderno ayudó en crear viviendas sociales democratizando todos los beneficios de sistemas de viales apropiados, drenajes, agua potable, baños, cocinas, ventilación o electricidad y áreas verdes, mejorando la salud y ayudando a prolongar la expectativa de vida de millones de personas, algunos problemas persisten en cuanto a la idea de bienestar. Y es que si algo se le ha criticado a la Arquitectura Moderna es su falta de ‘humanismo’ porque para muchos, menos no es más, sino que menos es menos. 

Se ha discutido que los factores de la vivienda influyen directa e indirectamente en los estados de ánimo, el comportamiento y en general, el bienestar mental de los usuarios. Por ejemplo, se ha analizado cómo las torres altas de viviendas afectan a sus residentes y se ha encontrado que no es solo la calidad en sí de la vivienda sino la altura del piso en que se encuentra lo que puede aumentar los estados de angustia, así como causar dificultad para socializar. Sin embargo, la evidencia no ha sido conclusiva.7

Hoy la ciencia nos dice que la salud mental es tan importante como la salud física o que de alguna manera, ambas se complementan. También nos dice que nuestro entorno puede afectar positiva o negativamente nuestra salud. En el próximo artículo hablaremos de la Psicología Ambiental y la Psicología de la Arquitectura. 


  1. Vitruvio, M.  Diez Libros de Arquitectura, Libro I, Capítulo 1, La Arquitectura y los arquitectos. Versión online.
    https://www.academia.edu/24037612/Diez_libros_de_la_arquitectura ↩︎
  2. Cabe anotar que el plan de Haussmann sigue siendo controversial y que enfrentó una dura oposición en su tiempo porque implicó la destrucción del centro histórico de París. Haussmann ha sido acusado de ser un ambicioso que solo buscaba llenar sus bolsillos, llenando a París de calles empedradas, edificios sosos con fachadas de piedra y avenidas anchas y rectas para que el ejército pudiera reprimir a las masas.
    https://www.theguardian.com/cities/2016/mar/31/story-cities-12-paris-baron-haussmann-france-urban-planner-napoleon ↩︎
  3. La propagación del virus se debió a la precaria situación sanitaria en las ciudades, la desinformación y a la constante movilización de civiles y tropas entre países y continentes. ↩︎
  4. Concepción sanitaria de la arquitectura: la salubridad que marcó el espacio moderno. Available from: https://www.researchgate.net/publication/258221727_Concepcion_sanitaria_de_la_arquitectura_la_salubridad_que_marco_el_espacio_moderno[accessed Sep 17 2023]. ↩︎
  5. La Bauhaus
    https://www.bauhaus-dessau.de/annual-theme-2022-hygiene.html ↩︎
  6. https://www.getty.edu/news/what-is-modern-architecture-anyway/ ↩︎
  7. Are high-rise residential buildings implicated in our social wellbeing and mental health? ↩︎

Published by Patricia Fierro-Newton

Architect and researcher based in London. I founded Neurotectura to explore how architecture can support neurodivergent lives through more empathetic and inclusive design.

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