Estrategias para un paisaje sonoro tranquilo

El sonido afecta al cerebro, desencadenando respuestas neuronales que influyen en las emociones, la cognición y el estado físico. Diferentes sonidos activan diversas áreas del cerebro, como la corteza auditiva y el sistema límbico, responsables del procesamiento de emociones y recuerdos. Los sonidos placenteros promueven la relajación y disminuyen el estrés, mientras que los ruidos intensos incrementan la ansiedad y perturban la concentración.

El ruido del tráfico, la música a alto volumen, la maquinaria de obras en construcción y el estruendo de las sirenas de los servicios de emergencia en entornos urbanos conforman una cacofonía de sonidos molestos que pueden alterar profundamente nuestra vida diaria. Estos ruidos no solo interfieren con nuestra capacidad de concentrarnos y relajarnos, sino que también pueden generar estrés y afectar negativamente nuestro bienestar emocional y físico.

El impacto del sonido en el estrés y la concentración

Diversas investigaciones muestran que la exposición prolongada al ruido—especialmente en entornos urbanos o concurridos—puede aumentar los niveles de estrés, reducir la función cognitiva y afectar negativamente el estado de ánimo. Los sonidos cotidianos, que pueden ser música a alto volumen, zumbidos de maquinaria o luces, así como el tráfico y gente charlando, pueden convertirse en distracciones abrumadoras.

Resumen de los vínculos entre el ruido y la salud. Basado en  la OMS (2018)  y  la AEMA (2020)

Esta mayor sensibilidad a los estímulos auditivos puede dificultar que las personas neurodivergentes mantengan la concentración, lo cual es crucial para el aprendizaje, la productividad y las interacciones sociales. Crear entornos con una acústica cuidadosamente examinada es fundamental para fomentar la tranquilidad, disminuir el estrés, aumentar la productividad y fomentar la calma mental.

¿Qué son los paisajes sonoros?

Los paisajes sonoros son los entornos auditivos experimentados por los individuos, que consisten en todos los sonidos de un lugar específico, ya sean naturales (por ejemplo, viento, canto de aves) o producidos por el ser humano (por ejemplo, tráfico, conversaciones). Estos entornos sonoros influyen en las respuestas emocionales, cognitivas y físicas, moldeando la manera en que percibimos e interactuamos con los espacios. Un diseño cuidadoso del paisaje sonoro puede mejorar el bienestar, reducir el estrés y aumentar la concentración en diversos entornos.

Cabinas de oficina producidad por la compañia finlandesa Framery.
Las cabinas no sólo aíslan el sonido para los usuarios sentados en ellas, sino que cuentan con un sistema de «enmascaramiento acústico» que emite un sonido similar al del ruido rosa en las zonas circundantes.

Los entornos acústicos juegan un papel significativo en la configuración de nuestra salud mental y bienestar general. Esto es especialmente relevante para aquellas personas que son más sensibles a los estímulos sensoriales. Este es el caso de muchas personas neurodivergentes, para quienes el sonido puede convertirse en una gran fuente de estrés o malestar, afectando directamente su capacidad para concentrarse y operar en situaciones cotidianas.

Estrategias de diseño para paisajes sonoros más tranquilos

  1. Materiales que Absorben el Sonido: Utilizar muebles blandos, paneles acústicos y alfombras puede ayudar a reducir la reverberación de los sonidos, creando un espacio más tranquilo y cómodo. Estos materiales pueden ser especialmente útiles en hogares, escuelas y lugares de trabajo para minimizar las distracciones auditivas.
  2. Zonas Silenciosas: La creación de zonas o salas designadas para el silencio donde las personas puedan retirarse del exceso de estímulos sensoriales es esencial en entornos como oficinas, escuelas o centros de atención. Estas áreas proporcionan un espacio seguro y controlado acústicamente para que las personas se recarguen y reduzcan el estrés.
  3. Sonidos Inspirados en la Naturaleza: Incorporar sonidos calmantes basados en la naturaleza—como el agua fluyendo o el canto de los pájaros—en el diseño puede tener un efecto tranquilizador en el estado de ánimo y la ansiedad. Los estudios indican que la exposición a estos sonidos naturales reduce el estrés y promueve la relajación, particularmente para individuos con sensibilidad elevada al ruido ambiental.
  4. Zonificación del Ruido: Separar estratégicamente las áreas ruidosas y tranquilas puede ayudar a mantener un entorno auditivo más equilibrado. Por ejemplo, colocar áreas sociales o de colaboración más lejos de los espacios de trabajo enfocados puede garantizar que aquellos que necesitan entornos más silenciosos no sean interrumpidos por conversaciones o actividades.
  5. Control Personal del Sonido: En espacios compartidos, proporcionar a las personas la capacidad de controlar su entorno auditivo—ya sea a través de auriculares con cancelación de ruido, máquinas de sonido o espacios personales de silencio—puede empoderarlas para gestionar su entrada sensorial de manera efectiva.
Los aeropuertos suelen ser lugares donde las personas experimentan altos niveles de estrés. Para mitigar esta situación, es recomendable identificar áreas más tranquilas, equipadas con muebles cómodos y pisos suaves, que proporcionen mayor confort. Además, el uso de audífonos puede ayudar a reducir el impacto del ruido ambiental, contribuyendo a crear un entorno más relajante para los pasajeros.

En general, un diseño acústico considerado puede mejorar significativamente la experiencia en un espacio. Particularmente para las personas con hipersensibilidad auditiva. Al reducir el ruido innecesario, gestionar los niveles de sonido y ofrecer zonas tranquilas, arquitectos y diseñadores pueden ayudar a las personas neurodivergentes a sentirse más a gusto y a tener control sobre su entorno.

Cuando los paisajes sonoros se diseñan teniendo en cuenta la salud mental y la neurodiversidad, es posible crear espacios que no solo resulten más cómodos, sino también más inclusivos. Estas estrategias permiten a arquitectos y diseñadores fomentar un ambiente de calma, minimizar el estrés y mejorar la concentración, beneficiando a todos, especialmente a aquellos para quienes el ruido representa un desafío constante. De esta manera, los entornos sonoros se transforman en herramientas clave para apoyar el bienestar y la productividad.


Referencias

Published by Patricia Fierro-Newton

Architect and researcher based in London. I founded Neurotectura to explore how architecture can support neurodivergent lives through more empathetic and inclusive design.

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