Ecoansiedad: El Impacto del Urbanismo y la Arquitectura en el Cambio Climático

Además de los costos materiales y la trágica pérdida de vidas, estos eventos alteran profundamente la vida de los sobrevivientes. Muchos se enfrentan a desplazamientos forzados, incertidumbre económica y condiciones de vivienda temporal que, en muchos casos, se vuelven permanentes. La reconstrucción de comunidades afectadas es lenta, y las personas se ven obligadas a adaptarse a una nueva realidad llena de desafíos, desde la falta de recursos hasta la inestabilidad emocional y la inseguridad sobre el futuro.

Fuente: Organización Mundial de la Salud.
Los riesgos climáticos para la salud incluyen exposiciones directas (olas de calor, inundaciones) e indirectas (propagación de enfermedades, inseguridad alimentaria). El impacto del cambio climático está mediado por determinantes ambientales, sociales y de salud pública, afectando de manera desigual a las poblaciones más vulnerables.

El cambio climático se ha convertido en una preocupación creciente en todo el mundo, pero en los Estados Unidos, los efectos visibles de este fenómeno han generado una sensación de ansiedad profunda en muchas personas. Este estado de angustia, conocido como ecoansiedad, se refiere al miedo y preocupación por los futuros impactos del cambio climático en el planeta y las generaciones venideras. En este contexto, el urbanismo y la arquitectura desempeñan un papel crucial en la aceleración del cambio climático, lo que exacerba la ecoansiedad en la población.

Ecoansiedad en los Estados Unidos

La ecoansiedad está afectando a millones de personas en los Estados Unidos, especialmente a los jóvenes, quienes expresan una creciente preocupación por el futuro de la Tierra. En este país, eventos climáticos extremos como huracanes, incendios forestales y olas de calor están ocurriendo con mayor frecuencia, lo que hace que la gente sienta una pérdida de control sobre su entorno. La sensación de impotencia, combinada con el ritmo aparentemente lento de las políticas gubernamentales y la falta de acciones climáticas significativas, ha intensificado el malestar psicológico relacionado con la degradación ambiental.

Los desastres naturales por el cambio climático impactan la salud mental, causando trauma por pérdidas personales y medios de vida.

American Psychological Association (APA)

Este fenómeno no solo afecta a quienes viven en áreas vulnerables a desastres naturales, sino también a aquellos que, aunque no están directamente en la “zona de impacto”, sienten una profunda angustia al ver cómo el planeta enfrenta una crisis ambiental sin precedentes. Las redes sociales y los medios de comunicación amplifican esta percepción, al difundir continuamente imágenes y noticias sobre el deterioro del medioambiente, lo que contribuye a un ciclo de ansiedad y preocupación.

El Papel del Urbanismo y la Arquitectura en el Cambio Climático

El diseño urbano y la arquitectura en los Estados Unidos han sido, históricamente, grandes contribuyentes al cambio climático. Durante décadas, el modelo de desarrollo urbano predominante en el país ha fomentado un patrón de expansión conocido como “urban sprawl” o crecimiento disperso. Este enfoque promueve el desarrollo de áreas suburbanas con baja densidad, que dependen en gran medida del uso del automóvil. A su vez, esto ha llevado a un aumento significativo en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) debido al tráfico vehicular y la mayor demanda de infraestructura y energía.

‘Urban Sprawl’ – casas unifamiliares en los Estados Unidos.
La expansión urbana comenzó con la Revolución Industrial, acelerada por el crecimiento económico y la popularización del automóvil en el siglo XX. La expansión de las redes viales y el desarrollo suburbano hicieron los suburbios más accesibles, y desde la década de 1970, el crecimiento suburbano ha sido un desafío global importante.

En comparación con las ciudades europeas, que tienden a ser más compactas y dependientes del transporte público, las ciudades estadounidenses están diseñadas para el uso extensivo de vehículos privados. Esto no solo aumenta la contaminación del aire, sino que también incrementa el consumo de energía, ya que las viviendas suburbanas generalmente requieren más calefacción y refrigeración debido a su diseño disperso. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), los edificios y el transporte son responsables de una gran parte de las emisiones de GEI del país.

Arquitectura Ineficiente y Materiales de Construcción

Además del diseño urbano, la arquitectura juega un papel importante en la crisis climática. Muchos edificios en los Estados Unidos no cumplen con los estándares de eficiencia energética, lo que significa un mayor consumo de electricidad y combustibles fósiles. Esto se debe a la prevalencia de materiales de construcción con alta huella de carbono, como el cemento y el acero, que requieren grandes cantidades de energía en su producción.

Aunque ha habido avances hacia la arquitectura sostenible, la adopción de estas prácticas ha sido más lenta de lo necesario para mitigar significativamente el impacto ambiental. Las ciudades y suburbios continúan creciendo, a menudo sin considerar adecuadamente los efectos climáticos de estos nuevos desarrollos. Esto solo agrava la ecoansiedad en la población, ya que las soluciones parecen inalcanzables en un modelo de desarrollo que sigue priorizando la expansión y el consumo sobre la sostenibilidad.

Mitigación del Impacto a Través del Diseño Sostenible

Sin embargo, el urbanismo y la arquitectura también pueden desempeñar un papel clave en la mitigación del cambio climático y, en consecuencia, en la reducción de la ecoansiedad. El diseño sostenible, que incluye la creación de edificios energéticamente eficientes, el uso de materiales ecológicos y la planificación de ciudades más compactas y conectadas, es una vía prometedora.

San Francisco promueve el transporte ecológico a través de amplios sistemas de transporte público, programas de bicicletas compartidas, autobuses eléctricos y numerosas ciclovías, fomentando la reducción del uso de automóviles. La ciudad también apoya la infraestructura de vehículos eléctricos y el uso compartido de autos para reducir las emisiones de carbono.

Ciudades como Nueva York y San Francisco están liderando el camino hacia un urbanismo más sostenible, con un mayor enfoque en la infraestructura verde, la expansión del transporte público y la adopción de energías renovables. Estas estrategias no solo ayudan a reducir las emisiones de carbono, sino que también pueden aliviar la ansiedad relacionada con el medioambiente al demostrar que es posible un cambio positivo.

A nivel global

Por supuesto, la ecoansiedad no es un problema exclusivo de los Estados Unidos, sino que es una preocupación global. En países vulnerables a desastres naturales, como inundaciones, sequías e incendios forestales, la angustia es más palpable debido al impacto directo sobre sus medios de vida y comunidades. Además, las generaciones más jóvenes, especialmente en países desarrollados, experimentan un profundo sentido de responsabilidad e impotencia frente a la crisis ambiental, lo que agrava el estrés y la ansiedad.

Los futuros modelos de ciudades sostenibles.
Se plantea que estas ciudades combinen la eficiencia de la ciudad compacta, la autosuficiencia ecológica de la ecociudad y el uso de datos en tiempo real para optimizar la toma de decisiones y la gestión urbana basada en TIC.

Las decisiones de urbanismo y arquitectura en Estados Unidos tienen un impacto global significativo, ya que el país es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero. La forma en que se diseñan y desarrollan sus ciudades influye en el calentamiento global. Adoptar prácticas más sostenibles, como el uso de energías renovables y edificios eficientes, puede reducir estas emisiones y contribuir a mitigar el cambio climático.


Fuentes

Published by Patricia Fierro-Newton

Architect and researcher based in London. I founded Neurotectura to explore how architecture can support neurodivergent lives through more empathetic and inclusive design.

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