¿Alguna vez has entrado a un edificio y te has sentido instantáneamente relajado o, por el contrario, ansioso? No es solo una cuestión de decoración; la forma en que los espacios están diseñados puede influir significativamente en nuestro estado mental.

Esta obra integra la luz natural, los espacios abiertos y vistas al océano, buscando promover la creatividad y el bienestar. Su diseño fue pensado para potenciar las capacidades cognitivas, estimulando la mente y favoreciendo el trabajo científico.
Es por esto que surge la neuroarquitectura, una disciplina que se apoya en la neurociencia para crear entornos que promuevan la salud mental y el bienestar. En este artículo, exploraremos cómo la neuroarquitectura puede transformar nuestras vidas, haciendo que los espacios donde vivimos, trabajamos y jugamos sean más saludables y agradables.
¿Por qué surge la Neuroarquitectura?
Neuroarquitectura es el nombre que se le ha dado a una práctica multidisciplinar que se basa en la ciencia de cómo los entornos construidos pueden afectar nuestro cerebro y, en consecuencia, tanto nuestra salud física, como el comportamiento y emociones.
Al aplicar principios de la neurociencia al diseño arquitectónico, los arquitectos pueden crear espacios que no solo sean funcionales y estéticamente agradables, sino también beneficiosos para nuestra salud mental.
Cabe aclarar que la neuroarquitectura no es un estilo arquitectónico, ya que no tiene un canon o unas características estéticas propias. Por el contrario, la neuroarquitectura se basa en datos científicos sobre lo que es beneficioso para nuestra salud y bienestar.

Esta gran de la arquitectura morisca, refleja el diseno sensorial.
Palacio de La Alhambra, Granada, España – Siglos XII y XIII
El Palacio de la Alhambra en Granada refleja el diseño sensorial mediante su uso de luz y sombra, fuentes de agua y sonidos relajantes, texturas intrincadas en azulejos y paredes, y jardines fragantes. Estos elementos crean una experiencia multisensorial que promueve la calma y la contemplación.
Los fundamentos de la Neuroarquitectura
Aunque todavía hace falta mucha investigación, desde la ciencia es claro desde que hay elementos clave que influyen en cómo percibimos y reaccionamos a nuestro entorno. Aquí hay algunos de los más importantes:
- Luz Natural: La exposición a la luz natural no solo mejora nuestro estado de ánimo, sino que también regula nuestros ritmos circadianos, lo que puede mejorar el sueño y la productividad. Según un estudio de Boubekri et al. (2014), los trabajadores con acceso a luz natural reportaron una mejor calidad de vida y más horas de sueño por noche en comparación con aquellos que no tenían acceso a ventanas.
- Naturaleza y Biofília: La incorporación de elementos naturales, como plantas y vistas al exterior, puede reducir el estrés y aumentar la sensación de bienestar. R.S. Ulrich (1984) descubrió que los pacientes con vistas a la naturaleza se recuperaban más rápido de las cirugías que aquellos con vistas a una pared.
- Diseño Sensorial: El diseño sensorial crea entornos que estimulan no solo la vista, sino el oído, el olfato, el tacto y a veces el gusto. Utilizando la iluminación adecuada, la reducción del ruido o el uso de sonidos agradables, aromas y texturas reconfortantes y, a veces, elementos gustativos para crear espacios que sean funcionales, estéticamente agradables y emocionalmente reparadores.
- Espacios Abiertos y Flexibles: Los espacios abiertos pueden fomentar la interacción social y la creatividad, mientras que los espacios flexibles permiten a las personas adaptar el entorno a sus necesidades específicas.
Cómo la Neuroarquitectura Mejora Nuestro Bienestar
La neuroarquitectura no es solo teoría; sus principios se están aplicando en diversos entornos para mejorar la calidad de vida de las personas. Aquí hay algunas maneras en que la neuroarquitectura puede beneficiar nuestro bienestar mental:

El techo está levantado sobre un clerestorio que permite la entrada de luz natural en el interior. El edificio tiene jardines externos e internos que los pacientes pueden disfrutar.


A la izquierda, uno de los jardines internos en donde los pacientes pueden estar en un ambiente controlado, pero al aire libre.
A la derecha, entrada al centro en donde se destaca el uso del color, la cubierta flotante y con plantas.
- Entornos de Trabajo Saludables: Los lugares de trabajo diseñados con principios de neuroarquitectura pueden aumentar la productividad y el bienestar de los empleados. Por ejemplo, la sede de Amazon en Seattle cuenta con un espacio de trabajo llamado “The Spheres”, que incluye más de 40,000 plantas de todo el mundo. Este entorno natural proporciona un escape del estrés diario y fomenta la creatividad y la colaboración.
- Espacios Educativos Eficientes: Las escuelas y universidades están adoptando principios de neuroarquitectura para crear entornos de aprendizaje más efectivos. Un ejemplo destacado es la Academia Vittra Telefonplan en Estocolmo, donde los espacios abiertos y flexibles permiten diferentes estilos de aprendizaje y fomentan la interacción social.
- Hospitales y Centros de Salud: Los hospitales diseñados con neuroarquitectura pueden acelerar la recuperación de los pacientes y reducir el estrés. El Hospital Maggie’s Centre en Londres es un excelente ejemplo de cómo el diseño puede influir en la salud. Con su arquitectura abierta, mucha luz natural y jardines, este centro ofrece un entorno calmante y positivo para los pacientes con cáncer.
- Nuestros Hogares: Aplica la neuroarquitectura en el hogar, maximizando la luz natural, incorporando plantas, creando espacios tranquilos con colores suaves y materiales que absorban el sonido, y manteniendo el orden. Estos cambios simples mejoran el bienestar mental y crean un ambiente sereno y acogedor.

El diseño flexible crea entornos de aprendizaje diferenciados, con muebles y espacios que fomentan la creatividad y el juego. Elementos desafiantes y zonas variadas permiten a los estudiantes desarrollar sus necesidades individuales, promoviendo un paisaje de aprendizaje adaptativo y estimulante.
El Futuro de la Neuroarquitectura
La neuroarquitectura está en constante evolución, ya que a medida que aprendemos más sobre cómo el entorno afecta nuestro cerebro, los arquitectos y diseñadores podrán crear espacios cada vez más efectivos y saludables.
La investigación en neuroarquitectura también está expandiendo a la planificación urbana y el diseño de espacios públicos para promover el bienestar mental, con parques accesibles, calles tranquilas y edificios que fomenten la interacción social y la conexión con la naturaleza.
Algunas tendencias emergentes incluyen el uso de tecnologías inteligentes para personalizar los entornos en tiempo real, y la integración de más elementos naturales y sostenibles en el diseño arquitectónico.
Fuentes
Eberhard, J. P. (2009). Brain Landscape: The Coexistence of Neuroscience and Architecture. Oxford University Press.
Boubekri, M., Cheung, I. N., Reid, K. J., Wang, C. H., & Zee, P. C. (2014). Impact of Windows and Daylight Exposure on Overall Health and Sleep Quality of Office Workers: A Case-Control Pilot Study. Journal of Clinical Sleep Medicine.
Ulrich, R. S. (1984). View through a Window May Influence Recovery from Surgery. Science.
Schaaf, R. C., & Lane, S. J. (2015). Understanding Sensory Processing Disorders in Children. Oxford University Press.
The built environment and mental health https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3456225/
Effects of interior design on wellness: theory and recent scientific research. https://europepmc.org/article/med/10123973