María es una estudiante brillante y curiosa. Sin embargo, cada vez que llega la temporada de exámenes, se siente mal. La noche anterior, apenas si puede dormir. En la mañana, le duele el estómago y le palpita la cabeza. Al entrar al salón de exámenes, las duras luces fluorescentes parpadean sobre ella; filas de escritorios idénticos se extienden sin fin, y el tic-tac del reloj en la pared parece más fuerte que sus pensamientos. Al abrir el examen, la ansiedad ya ha ganado.
La historia de María no es inusual. Para muchos estudiantes, la presión académica se combina con el entorno físico para generar un estrés tan intenso que interfiere con el aprendizaje. La neurociencia nos explica por qué: cuando se activa la amígdala por estrés, aumentan las respuestas de miedo, mientras que el hipocampo, esencial para la memoria y el aprendizaje, funciona menos eficientemente. En otras palabras, cuando la ansiedad domina, bloquea literalmente los caminos para concentrarse y retener información.

Si el estrés puede cerrar la mente de María al aprendizaje, entonces las escuelas deben combinar una enseñanza que apoye con entornos que también lo hagan. El diseño y la pedagogía no son mundos separados: deben trabajar de la mano.
Neurociencia y medioambiente: desbloqueando la seguridad y el aprendizaje
La neurociencia moderna revela que el aprendizaje no es solo una tarea cognitiva; es emocional, incorporado y profundamente influenciado por el entorno. Cuando las aulas ignoran esto, corren el riesgo de amplificar el estrés. Cuando responden a ello, crean seguridad emocional y abren el cerebro para aprender.
La investigación ha identificado varios factores ambientales con fuertes vínculos con el rendimiento académico y el bienestar emocional:
- Propiedad: Mostrar el trabajo de los estudiantes y permitir la personalización fomenta la pertenencia y la seguridad emocional.
- Luz: Según un estudio de EE. UU. de más de 21,000 estudiantes, las aulas con abundante luz natural vieron que los alumnos progresaban un 20% más rápido en matemáticas y un 26% más rápido en lectura que aquellos con menos luz.
- Calidad del aire y ventilación: La ventilación deficiente aumenta la fatiga y la enfermedad. Las aulas con ventanas operables apoyaron un progreso de aprendizaje 7–18% más rápido, independientemente del aire acondicionado.
- Temperatura: Un confort térmico estable previene distracciones y frustraciones.
- Color: Los tonos equilibrados estimulan la curiosidad sin abrumar los sentidos.
- Flexibilidad: Espacios que se adaptan a diferentes métodos de enseñanza y necesidades de los estudiantes, apoyan la inclusión.
Según un amplio estudio realizado en Estados Unidos, los estudiantes en aulas con mayor iluminación natural avanzaron un 20% más rápido en matemáticas y un 26% más rápido en lectura en un solo año, en comparación con aquellos en aulas con menos luz natural.
Day lighting in Schools – Relationship Between Day lighting and Human Performance

Pedagogías que reducen la ansiedad y cómo se apoyan en el diseño
La pedagogía y el diseño no pueden ser separados: deben trabajar de la mano. Nuevos modelos de enseñanza ya están reconfigurando las aulas, respaldados por ideas de la neurociencia:
- Pedagogía informada en trauma
La neurociencia demuestra que el estrés y el trauma elevan la actividad de la amígdala y afectan la memoria. La enseñanza informada en trauma prioriza la seguridad emocional. Los espacios diseñados con zonas de calma, iluminación suave y colores tranquilos permiten que los estudiantes autorregulen sus sentimientos y vuelvan a comprometerse con el aprendizaje. - Mindfulness y aprendizaje socioemocional
Prácticas como la respiración consciente, la reflexión y el chequeo emocional activan el sistema parasimpático, reduciendo los niveles de cortisol. Algunas escuelas del Reino Unido han rediseñado aulas con esquinas suaves de descanso y rincones de reflexión —espacios donde los estudiantes vuelven a clase más calmados y enfocados. - Aprendizaje basado en proyectos y experiencial
El aprendizaje activo y práctico involucra múltiples redes cerebrales, fortalece la memoria y reduce la ansiedad por el desempeño. Laboratorios y aulas al aire libre facilitan este tipo de aprendizaje, transformando el estrés en curiosidad. - Aprendizaje flexible y centrado en el estudiante
La neurociencia destaca que la autonomía y la elección estimulan los circuitos de recompensa en el cerebro. Los métodos pedagógicos que permiten al estudiante decidir cómo aprender se apoyan mejor en mobiliario móvil, espacios abiertos y opciones variadas de asiento, generando menos estrés al ofrecer libertad y adaptabilidad. - Diseño Universal para el Aprendizaje
Reconoce que las personas aprenden de formas distintas, y ofrece diversas maneras de acceder al contenido y demostrar lo aprendido. Los entornos escolares que combinan rincones tranquilos, zonas tecnológicas y espacios comunes reflejan esa diversidad de procesamiento cerebral. En EE.UU., algunas escuelas crearon “wellness rooms”—espacios pequeños y tranquilos donde los estudiantes pueden regular sus emociones, observándose menos conductas disruptivas y mayor participación.

Caso en foco: Escuela Vittra, Suecia
La Escuela Vittra Telefonplan de Rosan Bosch muestra lo que sucede cuando la pedagogía y el diseño evolucionan juntos. Al rechazar filas pasivas de escritorios, ofrece un paisaje de aprendizaje donde el espacio en sí mismo se convierte en una herramienta de enseñanza.
Los estudiantes pueden reunirse en o dentro de una enorme estructura de iceberg con un cine y plataformas, colaborar debajo de un árbol interior o concentrarse profundamente en laboratorios flexibles. Trabajan de manera práctica con robótica, experimentan con medios digitales o simplemente leen en un rincón tranquilo.
Como la escuela explica:
“No hay dos niños iguales, y cada uno tiene diferentes necesidades de aprendizaje… Hemos creado zonas diversificadas, alturas y espacios que sirven como herramientas educativas para el camino individual de cada estudiante.”
Aquí, el diseño físico no es decoración, sino un sistema de apoyo para la filosofía de enseñanza de la escuela. La neurociencia ayuda a explicar por qué esto funciona: la autonomía, la riqueza sensorial y la seguridad emocional reducen el estrés y desbloquean el aprendizaje.


Desafíos y soluciones
Por supuesto, no todas las escuelas pueden implementar rediseños radicales de la noche a la mañana. Las barreras comunes incluyen:
- Restricciones presupuestarias: Las renovaciones y la tecnología pueden ser costosas.
- Inercia institucional: La pedagogía tradicional está ligada a los diseños de aula tradicionales.
- Brechas de política: El bienestar a menudo es secundario en la planificación de infraestructuras.
El ejemplo de Vittra ilustra una verdad más amplia: el cambio educativo no puede depender solo de los métodos de enseñanza, ni solo de la arquitectura. Ambos deben trabajar de la mano, creando entornos donde el diseño apoye la pedagogía, y la pedagogía haga pleno uso del diseño.
Una lección más amplia
Las escuelas bien diseñadas hacen más que aumentar los resultados de las pruebas: reducen el absentismo, fortalecen el bienestar de los docentes y fomentan entornos donde los estudiantes se sienten seguros, apoyados y capaces de prosperar.
La Education Market Association (2024) señala:
“Las aulas y espacios comunales bien diseñados son fundamentales para apoyar el bienestar de los docentes, lo que a su vez impacta no solo a los estudiantes, sino a toda la comunidad escolar.”
These changes do not merely beautify buildings; they transform the educational experience.
Reflexión
Recuerda tus días de escuela. ¿Las aulas en las que aprendiste se sentían seguras, inspiradoras y de apoyo, o tensas y restrictivas? Imagina lo diferente que podría haber sido tu experiencia en un espacio más tranquilo y centrado en lo humano.
Y ahora imagina a los estudiantes del mañana. ¿Qué pequeños cambios —más luz natural, mejor aire, un rincón tranquilo— podríamos abogar hoy para ayudarles a aprender no solo con sus mentes, sino con sus corazones en calma?
Referencias
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Jagers, R. J., Rivas-Drake, D., & Borowski, T. (2018). Equity & social and emotional learning: A cultural analysis. Journal of Educational Psychology, 110(2), 227–238. https://doi.org/10.1037/edu0000174
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Rosan Bosch https://www.rosanbosch.com/