Neuroarquitectura: Lecciones del brutalismo

El brutalismo fue más que un estilo de concreto crudo y formas audaces: fue un experimento en la forma de moldear la sociedad a través del diseño. Surgido de la devastación de la Segunda Guerra Mundial, prometía dignidad, eficiencia y equidad en la vivienda y en los espacios públicos. Los edificios se redujeron a lo esencial, construidos en concreto expuesto, sin ornamentos ni caretas.

Los elementos que elevan el diseño de un teatro pueden abrumar en una vivienda.

Aerial view of Robin Hood Gardens a Brutalist housing estate featuring raw concrete structures and greenery, with a city skyline in the background.
Robin Hood Gardens, Londres
Las viviendas brutalistas se construyeron con la promesa de dignidad y comunidad, pero en muchos casos fracasaron en ofrecerlas. La monumentalidad que despertaba admiración en los edificios públicos se transformó en un obstáculo en la vivienda: interrumpió rituales diarios, aisló a los vecinos y dejó a muchos con la sensación de estar desbordados más que en casa.

1. Honestidad en los materiales

El término Brutalismo proviene de la expresión de Le Corbusier, béton brut (hormigón a la vista). El concreto no se eligió para generar controversia, sino porque era accesible, duradero y expresivo. Los arquitectos emplearon técnicas como el encofrado visto, que dejaba la huella de la madera en las superficies, o el martillado que revelaba la textura del material. Al dejar la estructura a la vista, estas huellas registraban el acto mismo de construir, transformando el edificio en memoria tangible.

Lección: Cuando los arquitectos permiten que los materiales, la estructura y el proceso permanezcan visibles, los edificios se vuelven más que refugios: se transforman en narrativas de cómo están hechos.

Exterior view of a Brutalist architecture building with raw concrete surfaces and angular forms, featuring a pathway where people are walking.
The National Theatre, Londres (1976)
Una obra maestra del Brutalismo británico de Denys Lasdun. En este edificio, la gran escala resulta acogedora en lugar de intimidante: sus terrazas escalonadas y vestíbulos abiertos se conectan de manera fluida con el espacio público y el río Támesis, transformando la monumentalidad en uno de los lugares más icónicos y queridos de Londres.

2. Arquitectura para la comunidad

El brutalismo fue concebido como un modernismo social en concreto. Sus proyectos más ambiciosos no fueron desarrollos de lujo, sino conjuntos de viviendas, escuelas, universidades y bibliotecas. El Barbican en Londres, el National Theatre de Lasdun y las residencias de la Universidad de Sussex de Basil Spence buscaban crear entornos donde las personas pudieran vivir, aprender y reunirse. Muchos integraban jardines, guarderías o espacios culturales.

Pero aquí la escala fue decisiva.

  • En los edificios públicos, la monumentalidad funcionaba: las terrazas dramáticas y las masas escultóricas inspiraban orgullo colectivo.
  • En la vivienda, la monumentalidad a menudo fracasaba: las torres y bloques repetitivos reemplazaban la intimidad de las calles y los umbrales con ascensores, corredores y áreas comunes distantes de la vida diaria.

Para muchas familias, acostumbradas a casas bajas donde los vecinos se saludaban en la puerta, la transición repentina a torres fue desconcertante. Se perdieron los rituales cotidianos. Los residentes se sintieron menos en control de su entorno —y menos en casa.

Lección: Lo colosal que inspira en un teatro puede abrumar en una vivienda. La arquitectura para la comunidad debe equilibrar lo monumental con lo humano.

3. Críticas y rechazo

En la década de 1970, el brutalismo estaba bajo ataque:

  • Estética dura: las fachadas grises y rugosas eran vistas como frías y extrañas.
  • Deterioro y abandono: sin mantenimiento, el concreto se manchaba, agrietaba y envejecía mal.
  • Asociaciones con el fracaso: los conjuntos de vivienda, mal financiados y descuidados, se vincularon con la pobreza y el crimen, y se culpó a los edificios.
  • Pérdida de control: los residentes se sentían empequeñecidos por las torres, atrapados en ascensores y desconectados de la vida en la calle.

Estas críticas revelaban no solo fallos materiales, sino también psicológicos. La escala, la circulación y las señales sensoriales afectan directamente cómo nos sentimos seguros, cómodos o empoderados en un espacio.

Lección: La arquitectura no puede tener éxito sin cuidado social y psicológico. El diseño, el mantenimiento y el contexto importan tanto como la estructura.

A modern Brutalist building featuring a concrete cantilevered roof, angular shapes, and a white facade set against a blue sky with fluffy clouds.
Notre Dame du Haut, Ronchamp (1955)
La capilla escultórica de Le Corbusier, donde gruesos muros de concreto, cubiertas ondulantes y una luz dramática convierten la monumentalidad en una experiencia profundamente humana y espiritual.
A view of the National Congress of Brazil, showcasing its modernist architecture with distinctive curved and rectangular shapes, surrounded by a blue sky and green landscape, with people walking near a reflecting pool.
Congreso Nacional de Brasil, Brasilia (1960)
Diseñado por Oscar Niemeyer, este ícono del modernismo brutalista une eficiencia y escultura: dos torres flanqueadas por una cúpula cóncava y otra convexa, donde el concreto se convierte tanto en monumento como en símbolo de democracia.emocracy.

4. Preservación y revalorización

Décadas después, el brutalismo está siendo reevaluado. El Barbican Estate es hoy un referente cultural; el National Theatre es admirado por su honestidad escultórica; la Trellick Tower se ha convertido en un ícono protegido. Campañas en todo el mundo buscan preservar estructuras brutalistas amenazadas como Robin Hood Gardens.

La cultura también ha cambiado. Hoy, vivir en torres es mucho más común que en los años cincuenta, y las generaciones jóvenes —acostumbradas a las ciudades densas— suelen ver estos edificios como audaces en lugar de alienantes. En redes sociales, sus siluetas y texturas se reinterpretan como arte escultórico. Incluso ha surgido una corriente “neo-brutalista” que reimagina el concreto expuesto y las estructuras visibles con criterios contemporáneos de sostenibilidad y confort.

Lección: Las percepciones evolucionan. La monumentalidad que antes se veía como opresiva, hoy puede ser admirada como inspiradora. El significado de la arquitectura nunca es fijo: cambia con el tiempo, la memoria y el contexto cultural.

5. Lecciones para el futuro

El brutalismo aún tiene mucho que enseñar, con lecciones que van más allá del concreto.

  • Honestidad material: La autenticidad resuena, pero debe equilibrarse con la percepción y la comodidad.
  • Enfoque en la comunidad: El diseño debe nutrir la vida compartida, no solo las unidades privadas.
  • Valentía en el diseño: Las ideas audaces pueden dividir opiniones, pero dejan huella.
  • El mantenimiento importa: Sin cuidado, incluso las estructuras más fuertes se degradan.
  • Sostenibilidad mediante la reutilización: Adaptar edificios brutalistas es más ecológico que demolerlos.

La escala nos afecta tanto espacial como emocionalmente. Marca si nos sentimos empoderados o disminuidos, conectados o aislados.

Escala y neuroarquitectura – la lección central

La monumentalidad puede enriquecer los espacios cívicos, inspirando orgullo y pertenencia. Pero en la vivienda, la monumentalidad sin intimidad puede erosionar la identidad y el bienestar. Desde la neuroarquitectura, la escala nunca es neutral: moldea cómo nos sentimos, cómo interactuamos y cuánto control percibimos sobre nuestra vida. El brutalismo demuestra que la arquitectura no es solo refugio: es psicología, agencia y los ritmos de la vida cotidiana.

A striking Brutalist architectural structure featuring a unique zigzag design with large overhanging terraces and concrete materials, set against a clear blue sky.
Geisel Library, University of California San Diego (1970).
A masterpiece of Brutalism by William Pereira, where sculptural concrete and daring monumentality turn a library into an emblem of knowledge and civic pride.

Conclusión: Aprender del brutalismo

El brutalismo no fue simplemente un estilo: fue un experimento para reconstruir la vida a gran escala. En los edificios públicos, su monumentalidad inspiró orgullo cívico. En la vivienda, la misma monumentalidad se convirtió a menudo en un obstáculo, alterando los rituales cotidianos.

Esta paradoja ofrece la lección más duradera del brutalismo para la neuroarquitectura: la escala gobierna la experiencia. Puede inspirar o abrumar, empoderar o alienar.

Frente a los retos actuales de vivienda, desigualdad y cambio climático, el brutalismo nos deja una pregunta tan urgente hoy como entonces:

Si entendemos que la arquitectura puede inspirar, empoderar, pero también abrumar y alienar, ¿cómo nos preparamos para diseñar la próxima generación de ciudades para que sean audaces, inclusivas y profundamente humanas?


Referencias

Banham, R. (1966). The New Brutalism: Ethic or Aesthetic? London: Architectural Press.

Forty, A. (2012). Concrete and Culture: A Material History. London: Reaktion Books.

Goldhagen, S. W. (2017). Welcome to Your World: How the Built Environment Shapes Our Lives. New York: Harper.

Küller, R., Ballal, S., Laike, T., Mikellides, B., & Tonello, G. (2006). The impact of light and colour on psychological mood: A cross-cultural study of indoor work environments. Ergonomics, 49(14), 1496–1507.

RIBA. (n.d.). Brutalism. Royal Institute of British Architects. Retrieved from https://www.architecture.com/explore-architecture/brutalism

Saint, A. (2018). Brutalism: An Architecture of Exhilaration. London: Historic England.

Brutalism: controversy, criticism, and revival of a controversial style. https://www.re-thinkingthefuture.com/architectural-styles/a10716-brutalism-controversy-criticism-and-revival-of-a-controversial-style/

0 Iconic Brutalist Buildings You Should Know. https://monograph.com/blog/brutalist-buildings

Published by Patricia Fierro-Newton

Architect and researcher based in London. I founded Neurotectura to explore how architecture can support neurodivergent lives through more empathetic and inclusive design.

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